Rosario Lazo Montoya "La Reina Gitana" nació el 29 de abril de 1974. Era la menor de 7 hermanos y el hecho de haberse criado en el campo y estar en permanente contacto con la naturaleza, contemplando amaneceres y observando la luna y las estrellas, tal vez le infundió esa manera de ser bohemia que ha llevado siempre por bandera. Alguna vez contó la relación tan hermosa con su hermana mayor Nani que hacía casi de segunda madre. Ella le pedía que le contara relatos de terror antes de irse a dormir. Quizá por eso piensa Rosario que es tan nerviosa. Esos nervios, sin lugar a dudas, los ha reciclado para tocar el piano de esa manera tan extraordinaria.
La familia de Rosario, siempre se ha movido alrededor del flamenco. Su madre, Pilar, además de ser una gitana con una belleza excepcional, fue una magnífica bailaora que nunca pudo acceder a la profesionalidad por motivos familiares, aunque Carmen Amaya estuvo interesada en incorporarla a su elenco.
Su padre, Antonio, titular de la Peña Flamenca "El Pescaero", sigue cantando de forma casi profesional. Su abuelo fue guitarrista y en su última etapa se dedicó a la docencia. Su tía Rosario Montoya también se dedicó profesionalmente al cante, y su Tío Luis vivió dedicado al flamenco durante largo tiempo en México.
Realizó sus estudios profesionales en el Real Conservatorio Manuel de Falla, obteniendo el primer premio de composición en dicho centro.
Es la primera mujer de raza Gitana que obtiene el Titulo de Profesora e Instrumentista de Piano en todo el ámbito Nacional.
Es curioso como Rosario se interesó siempre por las biografías de los autores que interpretaba. Le interesaba la forma de ser, sus vivencias, amores, penas, alegrías, con el objeto de conocer todas las experiencias vitales de aquellos monstruos de la música que les habían llevado a componer aquellas bellas partituras. En suma, entrar en conocimiento del alma del autor para poder interpretar mejor su obra.
Su especial aptitud para la composición, así como su pasión y entrega al piano, hacen de sus interpretaciones, el disfrute y la admiración de cuantos han tenido la oportunidad de deleitarse con algunos de sus conciertos, entremezclando la brillantez y la dinámica de sus composiciones en el entusiasmo que se refleja en el espectador.
Se hace acompañar en el escenario por un grupo de Artistas con larga trayectoria musical en el mundo del espectáculo, combinando la melodía del piano y la guitarra, con la armonía de un cuarteto de cuerda, el ritmo que imprimen los metales y la fuerza de la batería y la percusión, sin olvidar la relevancia en la base Flamenca del cante y el baile.
Es su arte, un punto y aparte en el ya tradicional y conocido mundo del Flamenco, aportando nuevas ideas, nuevos horizontes a una cultura cada vez más valorada y artísticamente mas fortalecida, obteniendo el reconocimiento por una labor que cada día trata de mejorar y hacer llegar al público.
Entrevista a Rosario "La Reina Gitana"
Temperamental, imprevisible e inquieta, Rosario Montoya fue la primera mujer de raza gitana en conseguir el título de profesora e instrumentista, algo que lleva con orgullo. Su carrera artística es un auténtico desafío constante por superar barreras como el purismo o su condición de mujer.
¿A qué edad tuvo su primer piano?
De pequeña tenía uno de estos típicos de niños con muñequitos, pero no me llenaba, yo quería uno mejor. Luego, con nueve años mi padre me regaló un PT1 de segunda mano, y ya a los doce años de nuevo mis padres me compraron uno más grande. Creo que era de tres octavas y aunque no matizaba sí que era un teclado más grande. Ese no se me olvidará, no ya por el piano en sí, sino por el regalo porque mis padres se gastaron un dineral. El último que he tenido ha sido un vertical que me compraron cuando empecé la carrera y ahora uno de cola que ha costado mucho dinero.
¿Lo suyo con la música es algo innato?
Yo creo que sí. Ya he dicho que desde pequeña ya soñaba con tocar el piano, y en cuanto acabé el colegio en vez de ir al Bachiller me fui al conservatorio. Al principio a mis padres le costó entenderlo, pero al final lo comprendieron. Allí hice tres años de solfeo, y mientras accedía a las clases de piano aprendí a tocar la guitarra con Juan Junquera y Pepe Moreno. Ya luego entré en piano y conseguí la carrera.
Cuando alguien siente tal predilección por la música, ¿se llega a considerar una incomprendida en algún momento?
Puede ser, pero ya no antes sino ahora. Cuando toco por bulerías con el piano me dicen que soy vanguardista y que no hago flamenco, pero yo no pienso así. Eso una cosa, y luego que algunos creen que por ser gitana y mujer tienes que ser bailaora o cantaora, y no es así. Yo siempre he utilizado el piano para expresarme y para tocar lo que me salía de dentro, desde pequeña descargaba la adrenalina tocando el teclado y a veces me sentía diferente. Mi madre más de una vez me ha dicho 'eres más rara que un perro amarillo'.
¿Por qué el piano flamenco?
Pues mira, un día, después de escuchar una guitarra flamenca, pensé que podía adaptar alguna falseta al piano. Empecé a tocar y poco a poco fuí componiendo temas míos. Siempre me he sentido identificada con este instrumento.
¿Te molesta que te encasillen como pianista flamenca?
Para nada, porque me expreso con él. Mi profesión es concertista de piano flamenco. Que también tengo mis cuartetos de música clásica, pues sí. Ahora en septiembre por ejemplo toco Carmen y un concierto de flauta y piano de Massenet. Yo soy una enamorada de la música clásica y lo que más toco es eso, Beethoven, Chopin, Mozart...
¿De dónde viene el apelativo de "La Reina Gitana"?
Pues es una cosa curiosa. La gente se piensa que yo me lo he puesto en plan diva, pero no. Mi madre, cuando hacía la carta a los Reyes Magos pidiendo un piano, me decía: 'Pero tú, ¿quién te crees que eres, la Reina Gitana?, ¿No puedes pedir una muñeca como tu hermana?'. Eso quedó ahí y un día Juan Junquera me dijo: 'Rosario, ¿por qué no te pones de nombre Gypsy Queen, que significa 'La Reina Gitana? Entonces le constesté que eso mismo me decía mi madre cuando era pequeña. Al ver que había dos personas que coincidían en el mismo nombre decidí ponérmelo.
A diario, ¿cuántas horas le dedicas al piano?
Cuando estaba estudiando, como trabajaba dando clases particulares para ayudar en casa, tocaba ocho horas entre una cosa y otra. Ahora, como trabajo en el Conservartorio y tenemos momentos de estudio con los alumnos, clases de técnica, mecanismos y demás puedo tocar más o menos seis horas. Depende de los días, porque hay veces que estoy inspirada, me pongo a componer y puedo estar tocando más tiempo.
Cada artista tiene siempre, cuando hablamos de sus creaciones, un tema predilecto, ¿cuál es el tuyo?
La que más me gusta se llama 'A mi mare', el que tengo compuesto a mi madre. A esa le tengo un cariño especial. También le tengo aprecio a unos tangos llamados 'Quebrantos' que los compuse en los últimos días del Tribunal de la carrera, también me gusta mucho 'Mis cinco sentidos' o 'De Caramelo'. Los temas son como los hijos, pero con la que me expreso mejor es con 'A mi mare'.
Tu relación con el flamenco más ortodoxo, ¿qué tal es?
Creo que es buena. Los artistas me llaman y cuentan conmigo para muchas cosas. Hace poco me llamó Terremoto y el otro día toqué con Periquín, que para mí es un logro. Mis toques tienen mucho de Niño Jero, por eso me hizo tanta ilusión actuar el otro día en Los Cernícalos. Yo siempre estoy en contacto con el flamenco, voy a recitales y escucho flamenco a diario. Como es normal tengo a mis cantaores favoritos. Agujetas, por ejemplo, me encanta y cada vez que da un recital allí estoy yo.
¿En qué situación está el piano flamenco con respecto al resto? ?¿Crees que se debería incentivar un poco más?
Aquí en Jerez yo estoy muy contenta porque siempre se acuerdan de mí. Zarzana y yo, que somos los dos exponentes del piano flamenco en esta ciudad, estamos satisfechos porque se nos respeta mucho. El problema del piano flamenco es que es complicado interpretarlo. El flamenco actual es muy rico en armonía, entonces no te puedes quedar con dos acordes y medio, tienes que profundizar, estudiar mucho e investigar otras vertientes. La pena de hoy día es que hay muchos pianistas que prefieren tirarse al jazz e improvisar. Yo los respeto y a mí me encanta, pero creo que debería haber más pianistas flamencos. El piano jazz es muy rico en armonía pero yo prefiero las facetas de ocho compases, me siento más a gusto.
Tu trayectoria es amplia en cuanto a actuaciones en acontecimientos relevantes. De todos ellos, ¿cuál ha sido el momento más significativo?
Tocar el otro día con Niño Jero ha sido para mí algo importante, pero también ha habido otras cosas como cuando toqué a la Infanta o cuando lo hice en la Fiesta de la Bulería. Quizás esto último ha sido lo que más me ha marcado. Verte delante de seis mil personas y compartiendo cartel con el Capullo o el Torta impone. No sabía cómo me iba a recibir la gente, al revés decía para mí, cuando yo salga seguro que no aguantan mucho el piano y me pitan, pero que va. Todo lo contrario, cuando vi que la gente se levantó tocando las palmas por bulerías en mis temas me emocioné. También han sido relevantes para mí las actuaciones que hice en Onda Jerez, que ha sido una institución importante dentro de mi carrera.
Hay muchos críticos que piensan que el piano flamenco es incompatible con el flamenco. ¿Qué piensas de todo ello?
A mí me gusta respetar a todo el mundo, pero bueno, cuando yo toco por bulerías toco flamenco. Cada uno se expresa de una manera y yo siento el flamenco con el piano, igual que otros músicos, como el caso de Bernardo Parrilla, lo hacen con el violín. A veces la gente es cruel, pero ya se sabe que este mundo no es fácil.
¿Cuáles son tus próximos proyectos?
Desde hace tiempo tengo aparcado algo que llevo tiempo queriendo hacer, grabar un disco. Afortunadamente, en los últimos meses he empezado ya a retomar el tema y ya tengo elegido lo que voy a hacer. Además, estoy preparando un proyecto con Ginesa Ortega que va a cantar poemas de Federico García Lorca. Será en El Puerto de Santa María y ya hemos empezado a prepararlo. Eso y las cosas que me van saliendo cada mes.
Como artista, ¿en qué situación se encuentra el flamenco de Jerez?
Creo que ahora mismo está en el mejor momento. No se puede explotar más. Los músicos clásicos se quejan de que sólo hay flamenco y en cierta forma es verdad. Entre las peñas, el Festival de Jerez, las Fiestas de Otoño, los Viernes Flamencos, la Fiesta de la Bulería y ahora incluso lo de Noches de Bohemia que también han incluido pinceladas flamencas, creo que el abanico es amplio. Este Ayuntamiento está dando un cañonazo importante al flamenco, y todo el mundo tiene su sitio.
Publicada en www.jerezjondo.com
